14 sept 2011

Ruptura


Nos hemos bruscamente desprendido
y nos hemos quedado
con las manos vacías, como si una guirnalda
se nos hubiese ido de las manos;
con los ojos al suelo
como viendo un cristal hecho pedazos:
el cristal de la copa en que bebimos
un vino tierno y pálido...

Como si nos hubiéramos perdido,
nuestros brazos
se buscan en la sombra...¡Sin embargo,
ya no nos encontramos!

En la alcoba profunda
podríamos andar meses y años
en pos uno del otro,
sin hallarnos...

               Jaime Torres Bodet

11 comentarios:

Liliana Lucki dijo...

Que final !!!

Fantástico acmpañamiento.Muy buen la obra.


Te saludo, desde el mar, Liliana

helena dijo...

Un saludo para ti, Liliana, desde tierra adentro, añorando el mar...

Francisco Vila Fuentes dijo...

Hay algo en el cuadro, quizás la fuerza que representa la carga profunda del abatimiento del abatimiento. Quizás me he pasado, pero noto en ese lienzo al tremendamente intenso, y no es alegría precisamente. Sorprendente Helena, sorprendente.
Un beso.

Francisco Vila Fuentes dijo...

El segundo "...del abatimiento", sobra. Y en "...noto en ese lienzo algo", faltaba. Lo siento, son erratas por la hora que es.
Otro beso.

helena dijo...

Gracias Francisco, esta pintura es un boceto que hice este verano, en uno de esos días lluviosos de Galicia. Y tiene realmente una carga de abatimiento y de búsqueda, en espera de algo que la salve de sí misma.
Un fuerte abrazo

elena clásica dijo...

Querida Helena:

Es un placer volver a disfrutar de tu arte, de tu apasionada genialidad.
El rojo descarnado unido al blanco puro y la expresión del dolor y la soledad no pueden tener mejor encuentro que en el lienzo que llenas de belleza.
Los brazos se abren y el cuerpo, mientras que la cabeza, los ojos, la boca ya habían sido entregados a la ceremonia del tajo y se inclinan vencidos. Todo un cuerpo dispuesto a la entrega, siguiendo al alma que ya se había desprendido.

Un cuadro el que forman tu pintura y las palabras de Torres Bodet dificílmente superable.

Un abrazo, querida Helena.

helena dijo...

Saludos para La Anacoreta. Visitaré tu nuevo blog.

helena dijo...

Querida elena, tenerte por aquí me hace sentir de nuevo en casa, no sabes qué alegría recibir tu comentario. Pintar este boceto fue una de esas experiencias vitales en las que se mezclaban la angustia y la necesidad de dejar aflorar un torrente de sentimientos. Y me dejé vencer en el rojo descarnado y en un rostro en el que caben todos los rostros.
Un fuerte abrazo

Bowman dijo...

Hola Helena, me vuelvo a asomar a tu espacio donde la sorpresa está siempre asegurada.
Este boceto dice tanto, se intuye tanto en el, que las palabras que lo acompañan sólo añaden los detalles que nos faltan de tu pintura.
Las rupturas pueden ser el final, o el comienzo de algo nuevo, renacer de nuestras cenizas y espantar nuestros fantasmas.
Un abrazo

helena dijo...

J. Carlos, cómo me alegra saber de ti. Supongo que, como tú dices, los bocetos son para intuir más que para saber con certeza. Y ya sabes que me gusta acompañar con palabras lo que pinto.
Espero que todo te vaya bien y espero verte algún día por ahí.
Un abrazo

jahny5 dijo...



Las rupturas pueden ser el final, o el comienzo de algo nuevo, renacer de nuestras cenizas y espantar nuestros fantasmas.