4 jun 2009

vidrieras


Estar en el interior de la catedral de León cuando la luz atraviesa sus vidrieras es una experiencia mágica, sobre todo cuando el sol ilumina el rosetón de la entrada principal.

6 comentarios:

elena clásica dijo...

Suscribo tu emoción profunda ante el resplandor mágico de las vidrieras, que muestras con tu belleza habitual y con una dulzura que encandila. Azul, rojo, amarillo, verde, ojos, labios, corona, alas y la luz que todo lo ilumina. Una experiencia mística, sobre todo cuando la vemos desde tus ojos y tu arte.
Un abrazo.

Carla Tormenta dijo...

Divina vidriera, mágico momento que nos lleva a Catedrales con arte y colores entre cristales místicos!!

Loli Martinez dijo...

Que bonita forma de conseguir la luminosidad de los colores por la luz.
Esta obra me transmite silencio y paz .Como siempre la expresión de los ojos llenan la obra.
Muchos besos.

helena dijo...

Apreciar la belleza de lo que nos rodea es tan fácil como aprender a "ver" lo que miramos a veces sin interés. Seguiré pintando mientras conserve la capacidad de sorprenderme y conmoverme.
Contar con vuestra opinión es un regalo para mi, así que gracias de nuevo, Elena, Carla y Loli.
Un saludo.

HAMELIN dijo...

Lindo debe ser estar en esa catedral, amiga

algùn dìa andarè x ahì

te mando un beso desde Montevideo

Fede Hammelinn

helena dijo...

Gracias Hammelinn
Supongo que hay un montón de sitios a los que no podemos llegar si no es con la imaginación. Otro beso para ti desde León.